martes, 30 de agosto de 2011

Una tarde lluviosa (historia del teléfono)

Me encontraba sentado frente a la ventana del estudio, llovía copiosamente mientras mi cigarrillo se esfumaba poco a poco de mi mano ya marchita por el paso del tiempo, ¿hace cuánto tiempo que la esperaba?, no lo sabía ya, solo sabía que día tras día después del trabajo corría a la máquina contestadora siempre vacía.
Pero hoy sería diferente, lo sabía, no lo sabía de cierto, era una de esas esporádicas ocasiones en las que simplemente tu "instinto" te afirma que algo va a ocurrir, tal vez no se refería a eso, pero yo deseaba que lo hiciera, deseaba escuchar de nuevo, la voz que hace tantos años conocí, aquella angelical voz, como un montón de camapanitas que te obligan a inclinarte hacia los labios de quien las pronunciaba temiendo que esa única e irrepetible melodía fuese lo único real de tu vida.
ya eran más de las nueve, cuando decidí tomar un café, la cocina no estaba muy lejos de mi sitio de guardia así que me levante con mi movimiento lánguido y justo antes de tomar la taza de cerámica... ring, ring.. era el teléfono del pequeño escritorio.
corri, como hace años nos lo hacia, mi corazón amenazaba con estallar, aclare mi garganta, calme mis ansias de gritar ¡al fin, hace tanto te esperaba!, y levante la bocina. El contacto frío contra mi piel me produjo un escalofrío. -¿Bueno?-, silencio.
-¿Bueno?-. repeti.
-¿Si? Quisiera hablar con Octavio.- ¡Era ella!, al fin, ella con sus docenas de campanitas, obligándome a retroceder 5 años en el tiempo. 
- Si, si, él habla. ¿Beatriz?
- ¡oh! disculpa, no te he reconocido, si, soy yo...¿esperabas esta llamada?
- No, en realidad, deje de esperarla hace mucho tiempo.- mentí.
- ah... ya veo, bueno, solo quería saber como te encontrabas y...
- ¿y qué? ¿regresaras?
- No, ya no puedo...
- ¿Qué no puedes?, ¡por qué! yo que te he esperado 5 interminables años..
- No puedo. Adios.


La línea quedo muerta, y yo lleno de furia, no podía creer lo que había pasado hace unos segundos, posiblemente era una broma y volvería a marcar... pero espere en vano, decidido a que todo había terminado, y que mi vida ya no tenia sentido, o al menos no sin esa espera, sin ese anelo y la pizca de esperanza  que aún abrazaba cada mañana; tome un cuchillo de la cocina, mi café se había enfriado... con todas las fuerzas que mi edad y mi dolor me permitieron tome el teléfono y corte el cable justo por la mitad.
Este emitió un sonido igual al llanto de una mujer que perdiese a su único hijo, la sangre salía como si de verdad este tuviera vida, como si las venas que nunca tuvo reventaran con la sangre que no le pertenecía y todo quedo en silencio, igual que en un principio.

¿ Quién es el emisor? - el que creó la imagen.
¿Quién es la audiencia?- todos aquellos que observen la imagen y encuentren un significado.
¿Cuál es el mensaje?- un teléfono antiguo, que ya no se puede utilizar, la comunicación interrumpida.
¿Cuál es la respuesta?- depende de cada individuo, por mi parte fue la agradable impresión de una bonita imagen que me evocaba a la tristeza e incluso a la muerte.

¿Cuál es el medio? para empezar, es visual, y posiblemente se difunda en folletos, exposiciones, la red e incluso televisión.

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